Todo emprendedor y empresario se enfrenta al mundo con la idea de resolver un problema real. Para estar más cerca de cumplir el objetivo es indispensable mantener al margen los sesgos cognitivos, aquí les explico los más comunes.
En el libro El arte de pensar de Rolf Dobelli se enumeran muchos errores de lógica que ocurren a la hora de pensar, los cuales son comunes porque el ser humano es un compendio de contradicciones. Estos errores a la hora tomar decisiones nos pueden llevar a guiar a nuestra empresa al fracaso más temprano que tarde.
1. Sesgo de confirmación:
Se le conoce como la madre de todos los errores de lógica porque es interpretar toda información nueva según nuestra conveniencia, creencias, ideologías y convicciones. Este sesgo es natural ya que nos gusta leer o escuchar opiniones iguales a las nuestras e ignorar aquellas que están en contra. Supongamos que nuestra empresa va por un mal camino y cada vez que nos lleguen feedbacks de cada campaña, lo tomamos de manera exageradamente pesimista, eso nos puede afectar porque nuestra motivación bajará o desaparecerá y se lo podemos contagiar a nuestro equipo de trabajo.
También está el otro lado que es tomar los resultados de la empresa de forma muy optimista por tener más ventas e ignorar el endeudamiento u otros indicadores. Por eso, el consejo para evitar este problema es analizar las opiniones contrarias y autocriticar las posturas propias para detectar las fortalezas y debilidades.
2. Exceso de confianza:
Este problema suele volverse más común entre aquellos profesionales que tienen más experiencia pues poco a poco van olvidando lo que saben realmente y confían más en lo que creen que saben. Es así como un Ingeniero puede empezar a diseñar más por intuición que siguiendo el método una y otra vez.
Puede suceder que un emprendedor confía excesivamente en su idea, sin tener en cuenta si en realidad está solucionando un problema real o simplemente cree que lo está resolviendo. Esto, eventualmente conllevará a que no tenga los clientes suficientes.
En el caso de nosotros los Ingenieros Civiles, muchas veces sobrestimamos lo que sabemos y fundamos empresas en donde queremos ser gerentes, administradores y hasta contadores. Si bien es bueno estar bien informados de cada área, debemos recordar que cada profesional tiene su campo de acción específico.
Para evitar el exceso de confianza es recomendable siempre estar preparado para lo peor pero esperando lo mejor, es decir, sea escéptico ante toda predicción y haga los planes desde el peor escenario. También haga un ejercicio de autoevaluación constante para recordar lo que en verdad sabe.
3. Sesgo de supervivencia:
Aquí es cuando se sobrestima el éxito. Solemos ver el éxito como algo que queremos y seguimos a personas y empresas exitosas, hasta llegar a pensar que puede ser fácil llegar hasta allí con solo dedicación y esfuerzo (puede que sí). Pero olvidamos que esas empresas y personas están ahí porque sobrevivieron donde muchos fracasaron.
Significa que la constancia y el esfuerzo son importantes pero estar bien informados sobre las posibilidades de éxito de cada idea es más importante aún. Sea escéptico cuando le ofrecen negocios con altas rentabilidades y con la garantía de éxito absoluto, infórmese bien.
Si es emprendedor, siempre busque enterarse de si su idea realmente soluciona un problema o si se está dejando llevar del entusiasmo.
4. Sesgo de autoridad:
Nos cuesta trabajo tomar decisiones y delegamos esa responsabilidad a quienes consideramos autoridades. Podemos llegar al punto de obedecer a una autoridad aunque racional o moralmente no tenga sentido.
Cuando tomamos la decisión de invertir en un activo, tan solo porque nos lo recomendó alguien con una posición de autoridad (compañero, jefe, profesor, etc) podríamos estar tomando una mala decisión si no nos informamos más pues igual se equivoca el economista más experto que el menos docto.
Para evitar esto debemos recordar lo importante no es quien lo dice sino lo que se dice. Analizar toda la información que nos llega sin importar quien nos allega dicha información.
5. Ilusión del control:
Cuando vemos a nuestro equipo favorito jugar fútbol y sancionan un penal a su favor, solemos apretar los puños, ponernos tensos y hacer fuerza para que marque gol. Lo hacemos porque creemos que eso puede influir de alguna forma en el resultado del juego, cuando en realidad no tenemos control alguno sobre lo que pasa en la cancha.
En el emprendimiento, debido a que no tenemos control sobre todo por más que queramos, surgirán imprevistos y debemos estar preparados para ello, igualmente para las empresas ya consolidadas. No crea en los libros de "Cómo hacerse millonario" en especial si muestran un camino fácil y sin inconvenientes.
Hágase consciente de que no todo lo podemos controlar, incluso el clima puede incidir en nuestra empresa así que debemos tener preparado el plan A, B, C...
Conclusión:
Tiene más probabilidades éxito aquellos que se preparan para los golpes de suerte pues no tenemos nada asegurado, ni el éxito, ni el fracaso. Debemos estar atentos a como varía la demanda de nuestro productos y servicios y adaptarnos rápidamente a los cambios, para ello la información que recopilemos debe ser lo más objetiva e imparcial posible.
Aquí sí se aplica el famoso adagio de que la información es poder. Pero recuerde que analizar correctamente la información es un paso adelante hacia el éxito.
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